viernes, 23 de enero de 2015

LA CALLE DEL TORIL



CALLE DEL TORIL
Estrecha calle que une la plaza de la Corredera por su parte oriental con la plaza de Cedaceros y la calle Juramento. Recibe este nombre por ser el callejón de toriles, es decir, el lugar por donde salían los toros a la plaza, cuando se celebraban corridas en la plaza de la Corredera.

LEYENDA EN CA CALLEJA DEL TORIL
(Teodomiro Ramírez de Arellano)

Las dos había dado el reloj de la ciudad cuando una noche, al llegar don Clemente en su regreso a la calleja del Toril por la plazuela de los Cedaceros, oyó un silbido extraño, presagio de alguna funesta aventura. Los hombres de su temple no se arredran ante el peligro, y primero sucumben que dar una muestra de cobardía. El tiempo estaba sereno, la luna dejaba divisar los bultos y bien pronto vio dos hombres a su espalda y otros dos que entraban por el lado opuesto; dio la vuelta hacia la Corredera y otros cuatro hombres cerraban la salida. Eran ocho los que acechaban al valiente joven, que sacando su espada se dispuso a vender su vida lo más caro posible; ocho aceros se preparaban a hundir sus puntas en su pecho. Entonces apoyó su espalda en una puerta que caía a la ermita de los Ángeles, y viendo su muerte segura, gritó, acordándose de la imagen: "Madre mía, ven en mi socorro". En esto, cayó desmayado dentro de la iglesia, cerrándose la portezuela, en la que se clavaron las ocho espadas de sus contrarios. El libertino joven don Clemente de Cáceres cambió su licenciosa vida por la del hombre honrado, y a poco lo vemos aparecer como uno de los más fervorosos cofrades de la hermandad de Nuestra Señora del Socorro y Benditas Ánimas, de que se cree ser uno de los fundadores.

LA CRUZ DEL RASTRO



Plaza de la Cruz del Rastro

Plaza situada al final de la calle San Fernando y en la que también desembocan las calles Caldereros y Lucano. En su extremo sur sirve de límite entre el paseo de la Ribera y la ronda de Isasa.

Historia
La Hermandad de la Caridad decidió colocar una cruz en este lugar para conmemorar la matanza de judíos y conversos de 1473, ocasionada por un suceso acaecido durante una procesión de la Virgen. Cuenta la leyenda que la sangre de las víctimas dibujó un pequeño camino en el suelo, creándose un pequeño riachuelo que dejó un marcado rastro, llegando éste hasta una pequeña llanura al borde del río, colocándose ahí la primera de las cruces instaladas, la cual fue reemplazada en el año 1814, permaneciendo la siguiente hasta el año 1852, cuando fue demolida por las obras del murallón

La actual cruz fue implantada en el año 1927, diseñada por el arquitecto Carlos Sáenz de Santamaría fue construida en los talleres de Álvarez Salas, y bendecida por Carlos Romero Berral.

Aunque la leyenda popular atribuye el nombre de la Cruz al rastro de sangre dejado por las matanzas, en realidad se le denomina "Rastro" por la existencia de un rastrillo que hubo en esta zona hasta el año 1568, fecha en la cual fue traslada al Puente Romano en el Campo de la Verdad.

En la década de 1940, hubo un surtidor de aprovisionamiento de combustible en la Plaza de la Cruz del Rastro.

EL RESCATADO


EL RESCATADO

El Señor es Obra de Fernando Díaz de Pacheco en el año 1713, restaurada por Miguel Ángel Pérez Fernández en el año 1991. Es conocido como El Señor de Córdoba.
La devoción a Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado en la ciudad de Córdoba data de los primeros años del siglo XVIII, tratándose de la adaptación local del Jesús de Medinaceli, advocación muy venerada a partir de un episodio histórico en el que los frailes de la orden trinitaria rescataron un notable conjunto de imágenes de tierras musulmanas. Así, ya en 1713 consta la constitución de una hermandad que pasa a lo largo de más de dos siglos por fases de plenitud y, sobre todo, de honda postración, pero sin que ello signifique merma alguna del cariño de los cordobeses por Jesús Rescatado. Así en 1771 figura en una relación de las hermandades cordobesas ordenada por el Presidente del Consejo de Castilla, no figurando  cinco años más tarde en el informe confeccionado a petición del Obispo Trevilla. Años más tarde, en 1852 y 1853 la imagen es procesionada por la Hermandad del Buen Suceso y Ángeles de la Parroquia de San Andrés. En los comienzos del último cuarto del siglo XIX lleva una vida bastante precaria incorporándose en algunas ocasiones a la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo. Ya en el siglo XX, la imagen procesiona en 1925 y 1928 integrada en un único cortejo con las hermandades de Jesús del Calvario y del Santo Cristo de Gracia.

Desde 1939 un grupo de cofrades, en su mayor parte procedentes de la cofradía del Santo Cristo de Gracia, dan los primeros pasos para refundar la cofradía. Hasta la emisión de decreto fundacional de 1941 se constituye una junta gestora encargada de llevar a cabo esta tarea. El día 20 de agosto de 1941 el vicario general de la Diócesis, concedía en nombre del Obispo don Adolfo Pérez Muñoz el decreto constitucional de la hermandad siendo elegido hermano mayor unos días después don Francisco Fernández de Córdoba y Moreno, cargo que ocuparía hasta 1948.